La globalización y los progresos en materia de transporte y telecomunicaciones han incrementado actualmente la frecuencia de las migraciones y expatriaciones transitorias o permanentes.

Para los migrantes y sus familias, el apropiarse del nuevo lugar representa un desafío, que incluye organizar estructuras, actividades, lazos sociales y funciones, de acuerdo a sus necesidades personales.

La preparación previa de todos los integrantes para el impacto cultural al que se enfrentarán, y el acompañamiento durante este proceso son esenciales para lograr buenos resultados y para prevenir situaciones críticas.

Muchas veces, se minimizan o subestiman los profundos cambios y adaptaciones necesarias, generando sentimientos de soledad, inadecuación, confusión, frustración y culpabilidad.

La vivencia fundamental es la de desamparo. Hay duelos específicos, etapas que se cierran, incertidumbre frente al futuro.

Pero también existe una oportunidad para el enriquecimiento y el aprendizaje: la PSICOTERAPIA FOCALIZADA. Este abordaje posibilita un verdadero proceso de “renacimiento” , desde la desorganización inicial a un desarrollo del potencial creativo de cada individuo para la adquisición y el aprovechamiento de recursos que permitirán alcanzar el equilibrio y la estabilidad.